REAPRENDIENDO A ENSEÑAR: REFLEXIONES SOBRE LA EDUCACIÓN DURANTE EL AISLAMEINTO Y CONSIDERACIONES PARA EL POST CONFINAMIENTO

¿En qué momento enseñar se convirtió en “dictar” clase”? ¿No tendría más sentido grabar las sesiones, pedirles a los alumnos que las vean en su casa y liberar el tiempo de aula para otras tareas? 

César Rodríguez Garavito

EXPERIENCIA DE ENSEÑANZA LAS MATEMÁTICAS EN CASA

Una vez se cerraron en forma sorpresiva las escuelas debido a la amenaza que trae para la vida el coronavirus, se dio un giro rotundo a la educación, ahora se debía enseñar desde

la no presencialidad. Esto evidentemente era nuevo para todos, gobierno, escuelas, maestros,

estudiantes y familias. ¿Cómo seguir atendiendo a los estudiantes? era la gran

pregunta y en el fragor de la emergencia se impuso la idea de continuar enseñando a través

de la modalidad de educación remota. Modalidad que no es nueva en el mundo, solo que se

inscribe en ella, quien de manera consciente considera que tiene los recursos para interactuar

con sus maestros y responder con las exigencias que le hacen. 

El Ministerio de Educación en el texto el Sector Educativo al Servicio de la Vida: Juntos para

Existir, Convivir y Aprender (marzo de 2020) en el que se dan  Orientaciones a directivos

docentes y docentes para la prestación del servicio educativo en casa durante la emergencia

sanitaria por COVID -19, se refirió a este tipo de educación como las estrategias que se debían

emplear para facilitar que las familias e instituciones educativas acompañaran en casa y a

distancia los procesos de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes. La educación remota

se refiere entonces en esta época de aislamiento al trabajo que debe desarrollar el maestro

y los estudiantes desde casa por medio de formatos multimodales (televisión, radio, revistas,

internet, guías, etc.) para garantizar el aprendizaje.

El panorama de la nueva modalidad de educación en términos de uso de recursos tecnológicos

es desalentador, algunas cifras oficiales dan cuenta de ello. En Colombia hay aproximadamente

8.000.000 de estudiantes en educación básica y media, de ellos alrededor de 2.000.000 se

encuentran en la zona rural; el 63% de estos estudiantes no cuentan con internet en casa,

solo el 29% de las familias colombianas cuentan con computador en casa, esto evidencia que

el asunto no se soluciona solo con ampliar la conectividad y mejorar el acceso al internet.

Colombia cuenta con más líneas de celular que habitantes, en enero del 2020 alcanzó alrededor

de 65 millones, de ellas 51,3 millones son prepago y solo 13,9 millones son pospago, esto indica

que el 79% no cuenta con servicio de datos y requiere recargar para ello.

De acuerdo a esas cifras podían darse en una misma aula los siguientes escenarios:

1) el escenario de la virtualidad, en el que los maestros y estudiantes contaban con todos los

recursos tecnológicos, la conectividad y la disposición para trabajar virtualmente, en este caso

se hace uso de aplicaciones como Classroom, zoom y diversas plataformas y redes en línea

con los que pueden compartir y acceder a diversos contenidos digitales de forma sincrónica o

asincrónica. 2) el escenario whatsapp, es el escenario donde solo se contaba con celular y

acceso limitado a datos por medio del cual se logra una mediana comunicación y a través del

cual se envían y reciben actividades propuestas, generalmente la participación es asincrónica.

3) el escenario de la guías en físico, es el escenario donde ni siquiera existía el whatsapp como

medio para enviar y recibir actividades de aprendizaje a los estudiantes y solo era posible hacer

entrega física de guías de trabajo en casa.

Con este diagnóstico adverso la secretaria de educación invitó a algunos maestros expertos en

TIC a pensar estrategias que permitieran atender la emergencia presentada. En ese espacio los

docentes consideraron fundamental abordar distintas alternativas a partir de los tres aspectos

básicos de todo modelo pedagógico: ¿qué enseñar?, ¿cómo enseñar?, ¿qué evaluar?, surge

en ese momento la Red Global Ezpacio y entre muchas iniciativas, la de crear una nueva  forma

de enseñar matemáticas acorde con las posibilidades que ahora tenían los niños, niñas y

adolescentes  en sus casas. Finalmente esa iniciativa se concretó en el canal de YouTube: Las

Matemáticas en Casa.

Entre las reflexiones que orientaron la creación de este canal de videos estan que para este

contexto de educación remota era posible tener en cuenta los cuatro pilares  pedagógicos que

propone la Unesco: el aprendizaje basado en saber ser, saber hacer, saber aprender y saber

vivir juntos, Delors (1996).   Por ello toma distancia de la memorización de algoritmos-fórmulas

y de la falsa creencia de que quien resuelve un problema matemático a través de la

mecanización del método de análisis, operación y respuesta es “bueno en matemáticas”.

Este canal busca mostrar las relaciones de las matemáticas con otras ciencias, con los valores

humanos y su importancia en la construcción de ciudadanía, se centra en mostrar cómo se

pueden desarrollar los tipos  de pensamiento matemático como el numérico, el variacional,

el métrico, el espacial y el aleatorio, así como presenta formas lúdicas de acceder al

conocimiento matemático. 

Se parte de la idea que las problemáticas a las que se debe enfrentar cada niño, niña y

adolescente ahora aprendiendo en casa, como la ansiedad que produce el aislamiento,

las medidas de prevención para evitar el contagio del Covid 19, la frustración familiar por la

posible pérdida de empleos y soportar la escasez,  son un ambiente de aprendizaje autentico

que permiten que el niño, niña y adolescente, indague, inspire y transforme su realidad, la de

su familia y en la medida de lo posible la de su contexto, Calvo (2016).

Cómo evaluar, es tal vez uno de los retos más grandes, pero los criterios que se emplean en

el canal van dirigidos a valorar como se ha movilizado la comunidad educativa en torno a esta

nueva modalidad de educación y no solamente a valorar los desempeños del estudiante, en

este sentido se busca evidenciar los nuevos comportamientos de los estudiantes, el maestro y

las familias en torno a las nuevas metodologías.

CONSIDERACIONES PARA EL  POST CONFINAMIENTO

A fuerza de las circunstancias tanto maestros como estudiantes de todos los sectores –en

mayor o menor medida- se han visto obligados a hacer un tránsito hacia el uso de nuevas

tecnologías para poder interactuar y continuar atendiendo los procesos de enseñanza

aprendizaje, sería totalmente imperdonable que este avance sea perdido al regresar a la

presencialidad debido a la poca dotación de recursos tecnológicos con los que cuentan las

escuelas públicas en Colombia,  colegios sin conectividad,  salas de informática desactualizadas,

instituciones con 40 computadores para 2000 estudiantes, son ejemplos de las posibles

limitaciones con los que se encontrará la educación en el post confinamiento para dar el salto a

la era digital a una educación para el siglo XXI, sin  mencionar la necesidad de actualizar a los

maestros mediante capacitaciones en el uso de herramientas tecnológicas y su adecuada

implementación en el aula.

No es posible que las aulas de clase en la mayoría de las instituciones educativas del sector

oficial y sobre todo  las ubicadas en sectores vulnerables no se diferencien en nada de las aulas

de hace 100 años, que solo contaban con pupitres y tablero. Se hace necesario dotar cada aula

con herramientas tecnológicas como video beam, computadores, tableros inteligentes o en su

defectos Smart tv con acceso a internet para hacer de las clases más interactivas.

Referencias 

Calvo, A. H. (2016). Viaje a la escuela del siglo XXI: así trabajan los colegios más innovadores del
mundo. Fundación Telefónica.

Delors, J. (1996). Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo
XXI, presidida por JACQUES DELORS La Educación Encierra un Tesoro.

El Sector Educativo al Servicio de la Vida: Juntos para Existir, Convivir y Aprender. Ministerio de
Educación Nacional-MEN, Bogotá, Colombia, marzo 27 de 2020